MANIFIESTO MEAM
El arte moderno que, hasta ahora, se creía con el derecho de apropiarse de forma exclusiva del calificativo de contemporáneo, ha dejado de decir cosas interesantes, y se limita a mantener los intereses de un mercado que lo necesita para no derrumbarse. El mercado del arte contemporáneo es un monstruo que se retroalimenta, que mantiene a sus monstruos sagrados en urnas de formol, que vive de nombres que ha hecho artificialmente famosos pero que ya han perdido todo atractivo, y que sólo se mantendrá mientras tenga capacidad económica para mantener el “bluf” en las páginas de la crítica internacional.
Lo que el MEAM presenta, lo que el MEAM representa, es sencillamente otra forma, profundamente original y novedosa, de ver y sentir el arte de nuestros días. Y, al cabo de unos pocos años de andadura, la revolución que en el mundo de los creadores ha supuesto esta bocanada de aire fresco irá llegando poco a poco a todos los rincones, generando una nueva forma en concebir los derroteros del arte contemporáneo.
1. Es un retorno a los orígenes que se nos habían ocultado repetidamente. Es una recuperación del contenido de aquellos museos que se nos había prometido iban a destruir.
2. Es el reconocimiento de unos valores que se han negado, y aún hoy se niegan, en universidades y escuelas. Es el valor de la calidad como algo importante, por encima de la simple novedad.
3. Es la recuperación de la tradición, es el retorno al oficio, es la importancia del trabajo personal en soledad como fuente básica del hecho creativo, es el culto al genio (hasta ahora desacreditado), es el reconocimiento de las obras de los grandes maestros como una flecha que indica el camino a seguir.
4. Es el retorno a virtudes como la perseverancia, la constancia, la creación personal, la tenacidad y el culto a la propia personalidad, frente a las terribles imposiciones del mercado, frente a las directrices de marchantes y críticos involucrados con el sistema.
5. Es abandonar la demagogia para retornar a la intimidad del taller del artista, es el retorno al culto a la creación personal, es el placer, el inmenso placer de hacer del propio ego la obra de arte suprema, a través de una profesión elaborada, meditada y largamente perseguida.
JOSÉ MANUEL INFIESTA
Director del MEAM y Presidente de la Fundació de les Arts i els Artistes.
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Modern art, which until now was believed to have the right to exclusively appropriate the term contemporary, has stopped saying interesting things, and is limited to maintaining the interests of a market that needs it in order not to collapse. The contemporary art market is a monster that feeds back, that keeps its sacred monsters in formaldehyde urns, that lives off names that it has made artificially famous but that have already lost all attraction, and that will only be maintained as long as it has the economic capacity to maintain the "bluf" in the pages of international criticism.
What the MEAM presents, what the MEAM represents, is simply another way, deeply original and new, to see and feel the art of our days. And, after a few years, the revolution that this breath of fresh air has brought to the world of creators will gradually reach all corners, generating a new way of conceiving the paths of contemporary art.
1. It is a return to the origins that had been repeatedly hidden from us. It is a recovery of the content of those museums that we had been promised would be destroyed.
2. It is the recognition of values that have been, and still are, denied in universities and schools. It is the value of quality as something important, above simple novelty.
3. It is the recovery of tradition, it is the return to the craft, it is the importance of personal work in solitude as the basic source of the creative act, it is the cult of genius (until now discredited), it is the recognition of the works of the great masters as an arrow that indicates the path to follow.
4. It is the return to virtues such as perseverance, constancy, personal creation, tenacity and the cult of one's own personality, in the face of the terrible impositions of the market, in the face of the directives of dealers and critics involved with the system.
5. It is abandoning demagogy to return to the intimacy of the artist's workshop, it is the return to the cult of personal creation, it is the pleasure, the immense pleasure of making one's own ego the supreme work of art, through an elaborate, meditated and long pursued profession.
JOSÉ MANUEL INFIESTA
Director of the MEAM and President of the Fundació de les Arts i els Artistes