EL ARTE FIGURATIVO - ARTE CONTEMPORÁNEO
El arte figurativo es tan actual y contemporáneo como cualquier otro arte activo, pero sorprendentemente, nunca o casi nunca, lo encontraremos en los circuitos de las grandes ferias de arte contemporáneo.
Es por esto que la labor que realiza el MEAM para dar eco a estas obras y a los muchos artistas de la actualidad que no se adscriben a ese “arte oficial”, es del todo necesaria.
En su Manifiesto, el MEAM se expresa en los siguientes términos:
“el arte ha de ser asimilable por parte del espectador, ha de ser capaz de hablar su lenguaje, de generarle ilusiones, de despertar admiración, de abrir la caja de los sueños. El arte ha de ir dirigido al hombre de la calle, no al erudito ni al especialista. El arte ha de hablar el lenguaje del pueblo, no el de los académicos.
Lo único que da sentido al arte es su capacidad de conectar con la gente, de llegar a las personas de su mismo momento histórico, de llegar a la sensibilidad de un espectador medio y seducirle. Y lo cierto es que para ello no hacen falta títulos ni diplomas. Basta con saber crear.
La abstracción, y todos los ismos que nacieron y progresaron como un proceso de ruptura con el arte a lo largo del siglo XX, han acabado alimentando generaciones de artistas que ahora se sientan en las academias y los museos de arte contemporáneo, y que imponen sus cánones estéticos de forma absolutamente intransigente en todas las instituciones oficiales. La experimentación copa todas las ferias y manifestaciones del arte más actual, como si de su propio coto privado se tratara. Y aquel olor inicial de aire fresco, de ruptura, de novedad, casi de bohemia, que llevaban consigo las vanguardias de hace cien años, ha dado paso a un tremendo tufillo a rancio, a manido, a repetitivo, a formal y, en resumen, a aburrido. Porque, en verdad, resulta que al final no hay nada más aburrido que la reiterada repetición de lo que se dice es novedoso cuando ya ha perdido el encanto de la novedad”.
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Figurative art is as current and contemporary as any other active art, but surprisingly, we will never or hardly ever find it on the circuits of the great contemporary art fairs.
This is why the work that the MEAM does to echo these works and the many artists of today who do not belong to this "official art" is absolutely necessary.
In its Manifesto, the MEAM expresses itself in the following terms:
"art must be assimilated by the spectator, it must be able to speak his language, to generate illusions, to awaken admiration, to open the box of dreams. Art must be directed at the man in the street, not at the scholar or specialist. Art must speak the language of the people, not that of academics.
The only thing that gives meaning to art is its ability to connect with people, to reach people in their own historical moment, to reach the sensitivity of an average viewer and seduce him. And the truth is that you don't need degrees or diplomas to do this. It is enough to know how to create.
Abstraction, and all the isms that were born and progressed as a process of rupture with art throughout the 20th century, have ended up feeding generations of artists who now sit in the academies and museums of contemporary art, and who impose their aesthetic canons in an absolutely uncompromising way on all official institutions. Experimentation is the main feature of all the latest art fairs and events, as if it were their own private preserve. And that initial smell of fresh air, of rupture, of novelty, almost bohemian, which the avant-garde movements of a hundred years ago carried with them, has given way to a tremendous whiff of rancidity, of hackneyedness, of repetition, of formality and, in short, of boredom. Because, in truth, it turns out that in the end there is nothing more boring than the repeated repetition of what is said to be novel when it has already lost the charm of novelty".