Cáceres es una ciudad del oeste de España, capital de la provincia homónima. Se encuentra situada en la zona central de la antigua provincia romana de la Lusitania, en la comunidad autónoma de Extremadura. Con 94.179 habitantes (INE 2010), es la ciudad más grande y poblada de la provincia, acumulando el 22,69% de la población total de la misma. Es además el municipio más extenso de España con una superficie de 1.750,33 km².
La ciudad de Cáceres fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1986, ya que posee uno de los conjuntos urbanos de la Edad Media y del Renacimiento más completos del mundo. La Concatedral de Santa María, el Palacio de las Veletas (Museo Arqueológico), los palacios de los Golfines (de Arriba y Abajo), la Casa del Sol, la Torre de Bujaco o el Arco de la Estrella son los monumentos más bellos y admirables. Asimismo, destaca por ser la sede de uno de los cuatro campus con que cuenta la Universidad de Extremadura y por su dinámica vida cultural en el conjunto de la comunidad autónoma.
Etimología
No se ha alcanzado consenso entre los historiadores respecto a la etimología de Cáceres, considerando unos su procedencia romana, otros un origen árabe y aún hay quienes especulan con que se trate de un latinismo pasado por el árabe hasta finalmente adaptarse a la definitiva denominación cristiana.
En cuanto a su posible origen romano, se conocen dos nombres latinos que pudieron derivar al actual "Cáceres". Uno de ellos procedería de la colonia Norba Caesarina (fundada en torno al 25 a. C.), "Norba" en honor a la ciudad natal de Cayo Norbano, general romano fundador de la villa, y "Caesarina" en memoria de Julio César. El otro nombre es Castra C a. C.ilia, otorgado por el cónsul Quinto Cecilio Metelo a uno de los campamentos militares. También podemos encontrar quienes derivan la palabra Cáceres del latín "castris", que significa "en el campamento".
En algunos escritos antiguos y documentos medievales aparecen diversas denominaciones, a saber:
"Cazires" en alguna denominación árabe;
"Cancies" según la transcripción del Padre Flores de los Anales Toledanos I y II;
"Cazzeris" tal y como aparece en un escrito de 1184 del reinado de Fernando II de León;
"Canceres" ("Cançeres") escrito en algunos documentos de los Caballeros de Santiago;
"Cançres" en el Privilegio que confirma Mérida para Santiago de Compostela;
"Caceres" en diversa documentación del reinado de Alfonso IX;
"Cazzeres" y "Cazeres" en algún documento del año 1184;
"Carceres" en el Mandato de Alfonso IX fechado en el año 1222.
Por otra parte, es común que Cáceres reciba la denominación figurativa y poética de "la villa de los mil y un escudos", debido a la considerable cantidad de blasones familiares que adornan tanto las fachadas exteriores como las paredes interiores de muchos palacios. El número de estos adornos, repartidos a lo largo y ancho de toda la ciudad monumental, se estima en torno a un centenar.
Historia
Prehistoria
La primera presencia humana en el territorio de lo que es hoy en día Cáceres se remonta a la Prehistoria. En la zona del Calerizo existen varias cuevas, como la Cueva de Santa Ana, que posee la presencia humana más antigua de Extremadura, en torno a 1 millón de años de antigüedad, la Cueva de El Conejar y Maltravieso (descubierta en 1956 por el académico y cronista oficial de Cáceres Carlos Callejo) donde se han encontrado vestigios pictóricos de manos humanas, con la particularidad de que tienen el dedo meñique oculto bajo una capa de pintura (en el pasado se pensaba que se trataba de amputaciones). La datación de estas pinturas comprende varias etapas del Paleolítico Superior. En la cercana cueva de El Conejar se han hallado algunas cerámicas y utensilios líticos que datan la ocupación de la cueva en el Neolítico Antiguo (VI-V milenio a.C.), tampoco hay que descartar la posibilidad de que fuera ocupada durante el Epipaleolítico. Posteriormente algunos cráneos trepanados y cerámicas decoradas apuntan a que la cueva de Maltravieso fue también ocupada durante la Edad del Bronce.
Dominio romano
Artículo principal: Norba Caesarina
Sin embargo, fue en el siglo siglo I a. C. cuando los romanos se asentaron en campamentos (Castra Cecilia y Castra Servilia) de manera permanente en el entorno de la colina en la que estaría la colonia Norba Caesarina junto a la importante vía de comunicaciones que después se conocería como Vía de la Plata.
A 2 km hacia el SE se encuentra el antiguo municipio de Aldea Moret, actualmente barriada del mismo nombre integrada dentro de la ciudad, alrededor del cual pueden contemplarse dos yacimientos arqueológicos romanos: "Cuarto Roble y "El Junquillo". La Vía de la Plata, señalizada, puede recorrerse al sur de la ciudad: un tramo discurre no lejos del "Centro de Formación de Tropa" (Cefot) Santa Ana en dirección sur; hay un tramo excavado en Valdesalor, en donde la calzada cruza el río Salor mediante un puente medieval, recientemente restaurado, que ocupa el lugar de un antiguo puente romano ya perdido.
Edad Media
En torno al siglo V d. C. los visigodos arrasaron el asentamiento romano y hasta el siglo VIII-IX no se volvió a oír hablar de la ciudad.
Fueron los musulmanes, procedentes del norte de África, los que aprovecharon el lugar estratégico sobre el cual se asentó la primitiva colonia romana como base militar para hacer frente a los reinos cristianos del norte, durante los primeros siglos de la Reconquista. Así en el año 1147 Abu al Mumin refundó la ciudad sobre los restos hispanorromanos y visigodos. Del árabe proviene el nombre actual de Vía de la Plata, denominación de la calzada romana que unía Astorga con Andalucía (del árabe balata, calzada, de donde derivó -por corrupción- la palabra "plata").
En el siglo XII, ante el avance cristiano, la ciudad se fortificó con una muralla de adobe (que aún se conserva), hecho que no bastó para evitar que Alfonso IX, monarca del reino de León, tomara la ciudad tras varios años de asedio el 23 de abril de 1229, día de San Jorge, otorgando a la ciudad Fuero de Villa, que desde entonces es celebrado en la ciudad como su patrón. Anteriormente se había realizado otro intento para tomarla por parte de Geraldo Sempavor en 1166, que la toma y se vuelve a perder, si bien Fernando II en el año 1169, pudo recuperar la plaza para los cristianos durante 5 años, volviendo a caer de nuevo en manos musulmanas en 1174, por las tropas de Abu Ya´cub al mando de su lugarteniente Abu Hafs.
Cáceres fue desde entonces una Villa libre, no de señorío, pudiendo sus vecinos elegir a sus 12 Regidores; inmediatamente fue repoblada por leoneses, asturianos, gallegos y castellanos, aunque con el tiempo sus habitantes se dividieron en dos bandos: el de los leoneses (que también incluiría a las gentes originarias de Galicia y Asturias), y el de los castellanos. Los primeros habitaban la parte alta de la ciudad (barrio de San Mateo), y los segundos en la baja (barrio de Santa María). Los nobles de los bandos leonés y castellano se enfrentaron violentamente con frecuencia, y la situación llegó a tales extremos que Cáceres contó en la práctica con dos concejos diferentes que no cesaban de pelearse. La situación perduró hasta la llegada de Isabel la Católica que decidió pacificar la situación, y redactó unas nuevas Ordenanzas. La Villa pasó a ser en 1477 de Realengo y sus Regidores perpetuos; Villa Muy Noble y Muy Leal.
Edad Moderna
A partir de ese momento Cáceres empezó a transformase, construyendo iglesias en el lugar de mezquitas y palacios cristianos sobre los primitivos palacios musulmanes, aunque fueron las fortunas procedentes de América las que más contribuyeron a la monumentalidad de la ciudad, y a quien Leopoldo Alas (Clarín) denominó "La Vetusta del Sur".
Con ligeros retoques hasta el siglo XVIII, esa versión es la que ha llegado hasta nuestros días.
Siglo XIX
En 1822 pasó a ser la capital de la Alta Extremadura. En 1864 se descubrió en las proximidades un importante yacimiento de fosfatos, fundándose la villa de Aldea Moret, destinada a los trabajadores de la minería.[14] En 1881 se inauguró el ferrocarril, permitiendo la ampliación del núcleo urbano hacia el sur, siendo elevada a rango de ciudad por el rey Alfonso XII el 9 de febrero de 1882
Siglo XX
Guerra Civil Española
Tras el golpe militar del 18 de julio de 1936, quedó claro que las fuerzas militares acantonadas en Cáceres tomaban rápidamente partido por los generales sublevados.
Cuando las fuerzas sublevadas liberaron al falangista Luna, aquel movilizó en la ciudad a unos 1.000 simpatizantes, y comenzó a dictar órdenes para ocupar, por parte de las distintas agrupaciones locales de Falange Española, los principales pueblos de los alrededores, así como la toma de los principales puntos estratégicos como son las líneas fronterizas con Portugal o el paso de puertos y puentes.
En la capital la represión comenzó de inmediato, dirigida por el propio capitán Luna, el cual dirigió personalmente las labores represivas, siendo el primer asesinato el del director de “Unión y Trabajo” Pedro Montero Rubio. A aquél le seguirían muchos más, como el del alcalde de Cáceres Antonio Canales González (1885-1936), fusilados en las inmediaciones del cuartel Infanta Isabel. Los encarcelamientos comenzaron a la misma vez, al ser detenidos el gobernador y el alcalde constitucional, nombrando el jefe militar sublevado Álvarez Díaz al comandante de la Guardia Civil Fernando Vázquez como nuevo gobernador, y al capitán del ejército Luciano López Hidalgo como alcalde.
Con el apoyo de las fuerzas falangistas y el de la tropa sublevada, Cáceres se adhirió a la sublevación, depurando a la mayoría de los cargos constitucionales que fueron sustituidos por afines a los facciosos, estimándose en unas 200 personas los fusilados por los rebeldes. Ocupada la ciudad por las fuerzas sublevadas, se facilitó el avance del ejército golpista que llegó desde el sur por las carreteras de Mérida y Badajoz. El 26 de agosto de 1936, el general Franco llegó a Cáceres, donde estableció su cuartel general antes de iniciar el avance sobre Madrid. Allí recibió a su mujer Carmen y a su hija, a las que no veía desde el día del golpe de estado militar.
Entre los días 8 y 10 de octubre de 1936, y con motivo de la solicitud de ayuda militar de Franco a Hitler, llegaron los primeros carros de combate modelo Panzer I a los castillos de las Arguijuelas de Abajo y de Arriba, que habían arribado a Sevilla en barco. Durante bastantes meses se estableció en los castillos una academia de formación de conductores de vehículos blindados, dirigidos por el coronel alemán Wilhelm von Thoma. Posteriormente la academia de formación fue trasladada a la provincia de Toledo, participando el material militar existente en combates en las proximidades de los frentes de Madrid. También tuvo importantes movimientos aéreos el aeródromo de Cáceres, desde el que partían los aparatos que atacaban a las fuerzas republicanas.
Una de las pocas reacciones de las fuerzas republicanas fue el bombardeo de la ciudad el 23 de julio de 1937. Aquel día, sobre las nueve o nueve treinta de la mañana, 5 bimotores Túpolev SB-2 “Katiuska” soviéticos de la 4ª escuadrilla, al mando del teniente coronel Jaume Mata Romeu (de 18 años), de las Fuerzas Aéreas de la República Española -FARE- que habían despegado del aeródromo de “Los llanos” en Albacete, arrojaron 18 bombas, las cuales afectaron a diversas construcciones (como el palacio del Mayorazgo, el mercado de abastos, Santa María, traseras del cuartel de la Guardia Civil, Ayuntamiento, las calles Nido y Sancti Espíritu), causando 35 muertos y numerosos heridos.
Principios de siglo XXI
A principios de siglo XXI, Cáceres era una gran ciudad con multitud de servicios y ofertas culturales. Esto impulsó en 2003 al ayuntamiento de la ciudad a presentar la candidatura de Cáceres a Ciudad Europea de la Cultura en 2016. Para la candidatura, la ciudad se ayudó de proyectos como de Intramuros a Europa y basó su candidatura en los vínculos con América y los 500 años de la ascensión al trono de Carlos I de España, que se retiró en los últimos años de su vida al Monasterio de Yuste, en la provincia de Cáceres.
Desde el momento en el cual fue presentada la candidatura, muchos sectores de la ciudad colaboraron y trabajaron en el proyecto de alcanzar la designación por las autoridades españolas primero y de las europeas finalmente. En 2008 fue presentado el proyecto al Parlamento Europeo. El 30 de septiembre de 2010 Cáceres no pasó la primera fase y, por tanto, no será Capital Europea de la Cultura en 2016.
Parte antigua
La «Ciudad Monumental de Cáceres» fue declarada por el Consejo de Europa como el Tercer Conjunto Monumental de Europa en 1968 (después de Praga y Tallin) y Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1986. Cáceres cuenta también con otros galardones: Pomme d´Or al "Mérito turístico", concedido por la Federación Internacional de Periodistas y Escritores de Turismo en 1996; Les Etoiles d´Or du Jumelage, otorgado por la Comisión Europea en 1999; el premio Archival que le concedió la Asociación para la Recuperación de Centros Históricos en el año 2004 y el premio Ciudadanos 2008 que otorga la Asociación de Entidades de Radio y Televisión Digital, con la colaboración del Consejo Audiovisual Ciudadano por el apoyo que la ciudadanía prestó a la candidatura a la Capital Europea de la Cultura de 2016. Cáceres es también miembro de las Redes Caminos de Sefarad, de la Vía de la Plata, siendo elegida por la Comunidad Autónoma como Capital Cultural de Extremadura Enclave 92, y junto al esfuerzo solidario de las administraciones, empresas privadas, entidades oficiales y ciudadanos particulares, aspiró entre 2003 y 2010 a ser Capital Europea de la Cultura en el año 2016.
Fuente: Wikipedia