Cadaqués, Empordà, Girona, España.
Cadaqués es el pueblo más oriental de la península ibérica. Su término municipal ocupa la mayor parte de la costa de levante del macizo del cabo de Creus. Aislado por la montaña del Puig de Paní y el Puig de Bufadors del resto de l'Empordà, el pueblo pesquero de Cadaqués vivió de cara al mar y prácticamente separado, por tierra, del resto de l'Empordà, hasta finales del siglo XIX.
El origen del topónimo es "Cap de Quers" o "Cap d'Aques" que se traduce por 'Cabo de rocas'.
Tradicionalmente dedicado a la pesca, se conocen Ordenanzas de pesca propias de Cadaqués desde el siglo XVI. En el siglo XIX fueron famosas las industrias de salazones que, aunque hoy en día no tienen la importancia que tuvieron en el pasado, suponen una parte de la economía local no dedicada al turismo, destacando entre sus productos las Anchoas de Cadaqués. El prolongado aislamiento del pueblo hizo que el catalán que allí se habla, aunque con las particularidades típicas de la zona, sea un caso único de diferenciación, con libros publicados expresamente para tratar esta peculiar habla.4 También este aislamiento se convirtió en un factor de atracción para artistas y turistas. A principios del siglo XX comenzaron a llegar turistas que se fueron diseminando entre las diferentes zonas de más fácil acceso, mientras ignoraban sus parajes más recónditos y, como consecuencia, conservaron la virginidad urbanística. El cultivo de los olivos se abandonó con la helada de 1956, pero hoy en día múltiples olivares están siendo recuperados como parte de una economía sostenible, en el ámbito del parque natural del Cabo de Creus (que ocupa una parte importante del municipio) y como elemento de lucha contra los incendios, endémicos en esa zona.
Varias familias de Barcelona, Figueras, Gerona y otras ciudades cercanas veranean en Cadaqués desde hace muchos años, a partir de 1905.
A partir de 1958, Marcel Duchamp, el artista probablemente más influyente del siglo XX, fijó en Cadaqués su residencia veraniega. El pintor surrealista Salvador Dalí, cuya familia tenía en el pueblo la residencia veraniega, donde había estado de visita en su época de estudiante Federico García Lorca, volvió de Nueva York en 1948 y se instaló en Port Lligat una de las calas del término. También atrajo Cadaqués a celebridades tan destacadas como Eugenio D'Ors que escribió sobre sus estancias veraniegas en el pueblo, Pablo Picasso, Marcel Duchamp, Joan Miró, Richard Hamilton, Albert Ràfols-Casamada. Cadaqués ha atraído a muchos otros pintores cuya lista sería muy extensa, como Antoni Pitxot, Rafael Durancamps, Gustavo Carbó Berthold, Maurice Boitel, Mauricio Sbarbaro o Joan-Josep Tharrats.
Cadaqués is the easternmost town on the Iberian Peninsula. Its municipal area occupies most of the eastern coast of the Cap de Creus massif. Isolated by the mountain of Puig de Paní and Puig de Bufadors from the rest of l'Empordà, the fishing village of Cadaqués lived facing the sea and practically separated, by land, from the rest of l'Empordà, until the end of the 19th century.
The origin of the place name is "Cap de Quers" or "Cap d'Aques" which translates to 'Cape of rocks'.
Traditionally dedicated to fishing, Cadaqués's own fishing ordinances have been known since the 16th century. In the 19th century the salting industries were famous which, although today they do not have the importance that they had in the past, they represent a part of the local economy not dedicated to tourism, highlighting among their products the Anchovies from Cadaqués. The prolonged isolation of the town made the Catalan spoken there, although with the typical peculiarities of the area, a unique case of differentiation, with books published expressly to deal with this peculiar speech.4 This isolation also became a factor attraction for artists and tourists. At the beginning of the twentieth century, tourists began to arrive who were scattered among the different areas with easier access, while they ignored their most remote places and, as a consequence, they preserved their urban virginity. The cultivation of olive trees was abandoned with the frost of 1956, but today multiple olive groves are being recovered as part of a sustainable economy, within the Cabo de Creus natural park (which occupies an important part of the municipality) and as fire fighting element, endemic in that area.
Several families from Barcelona, Figueras, Gerona and other nearby cities have spent the summer in Cadaqués for many years, starting in 1905.
Starting in 1958, Marcel Duchamp, probably the most influential artist of the 20th century, established his summer residence in Cadaqués. The surrealist painter Salvador Dalí, whose family had a summer residence in the town, where Federico García Lorca had been visiting when he was a student, returned from New York in 1948 and settled in Port Lligat one of the coves of the term. Cadaqués also attracted such prominent celebrities as Eugenio D'Ors who wrote about his summer stays in town, Pablo Picasso, Marcel Duchamp, Joan Miró, Richard Hamilton, Albert Ràfols-Casamada. Cadaqués has attracted many other painters whose list would be very extensive, such as Antoni Pitxot, Rafael Durancamps, Gustavo Carbó Berthold, Maurice Boitel, Mauricio Sbarbaro or Joan-Josep Tharrats.